da Natalia Paola Osella
Riportiamo il contributo di una psicologa di Buenos Aires a seguito dell’esperienza di volontariato nei servizi di salute mentale di Trieste nei mesi di marzo e aprile 2018.
El objetivo de este escrito es poder compartir la experiencia de haber realizado un acercamiento a la transformación llevada adelante en Trieste por Franco Basaglia hace 40 años.
La primera vez que escuche sobre la reforma antipsiquiátrica italiana fue cuando era todavía estudiante de la carrera de psicología. En ese momento cursaba una materia cuyos conceptos tenían que ver con los procesos de transformación institucional llevados adelante no solo en Argentina sino también en Eruopa (Italia, Francia e Inglaterra). Pasaron varios años hasta que finalmente pude viajar a Italia.
En primer lugar podría decir que mi experiencia fue una aproximación ya que por cuestiones laborales pude estar allí por solo tres semanas. Sin embargo, fueron semanas muy intensas y de mucho aprendizaje. La actividad central consistía en concurrir a uno de los 4 centros de salud mental de Trieste. Allí, pude observar cómo se realiza la tarea cotidiana, de qué manera se encuentra organizado el Centro de Salud Mental, que profesionales trabajan allí como asi también conocer las actividades que se llevan adelante en la comunidad. Dentro del Centro de Salud Mental se llevan adelante varias actividades diversas: grupo de pares, grupo de familiares de personas con padecimiento mental, grupo de hombres y de mujeres, entre otros. Lo cual es fundamental para poder abordar las situaciones complejas teniendo en cuenta los distintos aspectos de la persona.
Por otra parte, es necesario mencionar que los 4 Centros de Salud Mental tienen un servicio de guardia y cuentan con camas para la internación en caso de ser necesario. De esta manera, se puede observar como la internación se convierte en el último recurso. En este sentido, una de las cosas que más me impacto fue el abordaje en la urgencia desde un enfoque interdisciplinario.
Pensar con otros
La Ley Nacional de Salud Mental de Argentina, hace especial énfasis en los conceptos de interdisciplina y de intersectorialidad. En relación a esto, en mi rotación pude observar como ese trabajo con otros consiste también en una decisión institucional por medio de la organización de reuniones de todos los trabajadores del centro. Se reúnen con una frecuencia de 3 veces por semana, en la cual participan los médicos/as psiquiatras, psicólogos/as, trabajadores/as sociales, operadores socio-terapéuticos, referentes de micro área, miembros de cooperativas sociales, educadores etc. La intersectorialidad puede observarse en las articulaciones que se realizan con las áreas de las distintas comunas (comune de Trieste, comune de Muggia, entre otros).
La comunidad
Cuando hablábamos de los servicios de salud, uno de los requisitos es la accesibilidad. En este sentido, me pareció sumamente interesante la propuesta del dispositivo de Microarea. En Trieste existen 16 microareas cuya tarea consiste en realizan actividades de promoción y prevención de la salud. A través de la realización del “pranzo” las distintas personas se acercan y estos encuentros se convierten en un lugar de socialización, de encuentro con otros, de aprendizajes pero además donde también se realizan controles de salud (enfermería), entre otras cosas. Es una clara estrategia para potenciar los recursos existentes dentro de la comunidad.
Por otro lado, pude participar del “Laboratorio di Pittura” que consiste en un dispositivo de actividades recreativas como la pintura, escuchar música destinado a jóvenes. El mismo se lleva a cabo en un departamento, fuera del centro de salud mental.
Derechos humanos y salud mental
Al pensar en la reforma basagliana y los fundamentos que la hicieron posible, hay que referirse inevitablemente a la lucha por el acceso a los derechos humanos de toda la población. La lucha por la desmanicomializacion fue una lucha para convertir a las personas internadas en sujetos de derecho. Garantizarles el acceso a derechos humanos básicos, tales como: la vivienda, el trabajo, el lazo social, la posibilidad de vivir en comunidad. Devolver la dignidad y la ciudadanía.
Creo que America Latina, tenemos mucho trabajo por delante para poder lograr el cierre definitivo de los hospitales monovalentes y la plena inclusión de las personas con padecimiento psíquico en la comunidad; pero es una lucha que no puede hacerse si no defendemos el derecho a la libertad.